me tomo una copa de vino de dulce trago
dulce como el sentimiento que nos unió
y amargo con los abrazos que solo soñamos.
Y ahora que te reencuentro y nos amamos
y pienso en tus caricias que estaban ausentes
te tomo con mi ternura tus dulces manos
sintiendo este amor nuestro tan real y presente.
Y escucho a mi corazón que por fin no miente
y entierra las cenizas del fuego de ayer
teniendo tu corazón cautivo sobre mi mente
para amarte de nuevo gozar y querer.
Y con los ojos del corazón por fin pude ver
que tomamos nuestro vino de la fuente mas pura
y que este amor nuestro volvió a florecer
en un inmenso valle de amor y ternura.
Ángel Reyes Burgos
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