Se me hace difícil escribirte, cuando frente a mi, te tengo en la fotografía que te hice
y ahora estás tan lejos y ahora estoy tan triste y te difuminas quizás porque mis
ojos se empañan de melancolía, por no tener tus besos este domingo, amada mía.
El aire seca mis ojos y te veo con tanta realidad, que mi diosa portando una rosa
con su mano temblorosa sale del cuadro y se vá...y ¿ahora que? me pregunto,
es sueño o es realidad...y llegando hasta mi boca, mis labios empiezan a temblar...
La rosa parece una prolongación de tus labios, roja y seductora, la besas y me besan sus pétalos
y yo siento que me mezo con felicidad abrumadora, ya se que no estoy soñando
al ver esa luz cegadora, que en tus ojos van brillando y en mi alma...te quedas hasta la aurora.
La luna se ha cansado de vigilarnos y se retira por la imposición del sol
tu te desvaneces mientras vas caminando y de nuevo te contemplo en el cuadro, con el corazón,
que más da si lo viví soñando, si vivo mis sueños con tanta ilusión...
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