Me gustan esos mexicanos


Me gustan esos mexicanos
que disfrazados en la calle
parecen muertos humanos
que intentan a mi asustarme.

Pero yo no me resisto
a seguirles la charanga
pues de muerto yo me visto
para tocarles las palmas.

Y es que no lo puedo negar
que a estos muertos los respeto
y en ello no hay falsedad
que sus aloegres esqueletos
yo me los quiero quedar.







Me gusta esa indiferencia
con la que tratan a la muerte
cuando mis piernas se tiemblan
al ver un esqueleto viviente.

En ti dulce mexicano
yo me quiero reencarnar
cuando me falte el aliento
para contigo cantar.

Viva ese día de muertos
la catrina y sus tocados
el pueblo lleno de sueños
pais de mis sueños dorados.





Cuantas veces vida mía

Cuantas veces vida mía
en la noche andaba solitario
en este puente de noche y de día
pensando que estaba entre tus brazos.

Caminaba despacio, no quería
que el puente terminara de repente
o que la noche se convirtiera en día
sin tenerte en mis brazos dulcemente.







Pensaba que la luna me seguía
para acompañar mis pasos soñadores
y yo en esos sueños me dormía
mientras cantaban hermosos ruiseñores.

Y el puente se iluminaba de repente
cuando el día venció a la noche oscura
y un beso sentí sobre mi frente
inundandome de toda tu dulzura...






Yo vigilaré tus sueños

Yo vigilaré tus sueños
cuando cansada y herida
no puedas alzar el vuelo
porque te sientas vencida.

Te tomaré de las manos
que sientas todo mi amor
y en tus párpados sonámbulos
se duerma la gloria de Dios.

No dejaré que te duermas 
sin decirte que te quiero
no dejaré que al alba
te despierte el desconsuelo.
Que es tanto el amor que siento
y es tanto mi desvarío
que dormida te contemplo
aunque tu no estás conmigo.

Ya llegará ese momento
en que yo pueda tenerte
y en brazos del sentimiento
te amaré hasta la muerte.

Por ahora, escúchame amor
duerme tranquila y serena
que a la salida del sol
quitare todas tus penas...


Atrapa mis labios con tus dientes

Atrapa mis labios con tus dientes
y muerdelos con tu furia contenida
acumulada por el deseo de tu mente
de la ausencia que te deja estremecida.

No me suelte aunque gima impotente
porque quiero morir entre tus labios
hazme sangre, que veras tan dulcemente
que son perlas de mis versos apasionados.

Yo provocaré en tu cuerpo mil locuras
cuando mis besos por tu cuerpo se deslice
y bajaré mas halla de tu cintura
para viajar por tus montes y tus planicie.
Y volveré con mi boca por senderos
recorriendo tus recodos y tus colinas
hasta hacerte tocar el mismo cielo
cuando mi lengua finalice en tus esquinas.

Y mis dedos recorran tus dos guirnaldas
donde pronto recalará mi ardiente gana
cuando en la cama nuestra húmeda almohada
nos salude con el sol de la mañana.

Entonces te abrazaré estremecido
de esta noche tan llena de pasión
y en tu pecho me quede ya rendido
para que sueñe con dulzura el corazón.





















No quiero interrumpir este momento


No quiero interrumpir este momento en que te encuentro absorta en la penumbra, estás tan hermosa que no puedo hablarte por miedo a que solo seas un espejismo y te desvanezcas ante mi mirada. Me quedo en un rincón a mirarte y fantaseo con la idea de pasear mis manos por tu piel y que mis labios nazcan en tus labios como tantos días y noches han nacido y mi corazón recordándolo se acelera...

En mi cabeza nacen poesías que no puedo retener para escribirte, porque la visión es tan hermosa que supera cualquier verso que haya imaginado. Sigo contemplándote en silencio y si alguna vez imagine un paraíso, no me cabe duda que tiene que ser algo así donde todo el escenario lo ocupe tu cuerpo...

En este momento solo soy un espectador de la belleza, ¿pero como voy a prolongar más la contemplación de tan magno decorado sin ser parte y participe?. Mis pies se mueven solo y se deslizan como si yo no pesara. De pronto estoy ante ti, no me oyes llegar, no me intuyes, te tomo de la barbilla y giro tu cabeza para que tus labios vivan mis labios y aún con los ojos cerrados, tus suspiros son como los aleteos de Dios cuando le insufló por primera vez la vida al barro del que nos hizo.



Veo a cien payasos mirando



Veo a cien payasos mirando
agazapados en las cloacas
y todos están gritando
que la pandemia no es nada.

Aunque mueran sus familiares
no quieren pedir perdón
porque no hay en sus pesares
las muertes de una nación.

Me dá tanto terror mirarlos
me produce tanta angustia
que no puedo seguir escuchando
palabras con tanta inmundicias.











Tengo terrores nocturnos
por tantos enfermos llorando
y mientra va creciendo el luto
los negacionistas bailando.

Por dios, que poca verguenza
ni la vacuna la quieren
para ellos todo es una quimera
una mentira, que hiere.

Salid de las alcantarillas
y abrir los ojos al mundo
que no muera otra chiquilla
por vuestro corazón nauseabundo.




El fuego que me perfora el alma

 


El fuego que me perfora el alma
Ese hielo que se instala en mi mirada
Cara y cruz de mis madrugadas
Y sueños de tus besos sobre mi almohada.

La larga historia de tu amor y el mío
Los dulces abrazos que jamás tuvimos
Y sin embargo, como balsa navega en el río
De este amor eterno, tan tuyo y tan mío

Los dulces poemas que de mi alma emanan
Para recordarme siempre lo que me amas
Tormentas de sentimientos en las mañanas.

Y cuando el sol se instala en mi cama
ni fuego ni hielo, solo un abrazo al alma
para sentir en mi pecho, tu dulce calma.


Que triste es mi viejo amigo


Que triste es mi viejo amigo
cuando te miro a la cara
y solo veo sufrimiento
en tu mirada apagada.

Estoy en una cafetería
y a través del ventanal
me miras sin alegría
y eso a mi me da igual.

Con mis lujosas viandas
yo te miro satisfecho
y tu bajas tu cara amarga
sin que me duela a mi el pecho.








Y no me conmueve tu pena
pues quedó mi alma vacía
cuando perdí en las arenas
todo amor y mi alegría.

No te consideres pobre
que la verdadera pobreza
es no sentir que se siente
dentro de un alma perversa.

Solo es un ejercicio
de un poema sin convicción
pues te voy a llevar conmigo
muy cerca del corazón. 

Soy un lunático ¿sabes?


Soy un lunático ¿sabes?,
porque en la luna yo vivo
soñando por fin tenerte
entre rosas y entre olivos
y en mis brazos acunarte
mientras suspiras y suspiro.

Tengo tantos sueños ¿sabes?
que mi mente no está en la tierra
y viaja fuera del orbe
para besar las estrellas
dándole a cada una tu nombre
para tenerte más cerca.






Tú me das a mí la vida ¿sabes?
con cada te amo pronunciado
con los sueños que me traes
en este mundo adorado
donde por fin venceré
cuando te tenga a mi lado.

Soy un lunático ¿sabes?,
y no me quiero curar
que la locura de amarte
es la que me hace soñar
que puedo por fin besarte
y que es una realidad.


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